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Cada año, miles de nazarenos viven los días previos a la celebración de la Semana Santa inmersos en los preparativos y con un ojo puesto en las previsiones meteorológicas. Por desgracia, la climatología no siempre respeta las tradiciones y, en ocasiones, la lluvia obliga a la suspensión de procesiones rompiendo las ilusiones depositadas por los cofrades en ese día tan señalado.
Pero, además, la suspensión de un desfile procesional puede causar un grave perjuicio a las arcas de las hermandades que, por norma general, han desembolsado importantes cantidades de dinero para los preparativos: ornamentación, bandas de música... En algunas ciudades, como es el caso de Cuenca, los banceros -portadores de las imágenes- subastan su puesto bajo las andas, lo que supone una de las principales fuentes de ingresos para las cofradías. Si el desfile no sale a la calle a causa de la lluvia, en la mayor parte de las ocasiones no suele celebrarse subasta al año siguiente, por lo que los ingresos se reducen considerablemente. Entre la amplia variedad de productos que se ofrecen en el mercado de los seguros hay uno que cubre estas contingencias provocadas por los fenómenos meteorológicos y por el que cada vez optan más hermandades y cofradías. Se trata de una póliza de seguro de pérdidas pecuniarias que permite que las hermandades reciban el importe de los costes fijos y no recuperables que hayan declarado en caso de que se suspenda la procesión.
Una particularidad de esta tipo de póliza es que debe suscribirse con una antelación mínima de entre 15 y 20 días a la celebración del desfile, dependiendo de la decisión de cada compañía aseguradora. Además, en ella se deben detallar los gastos que se quieren asegurar. En función de ellos, se determinará la prima, que suele situarse entre un 8% y un 10% de la suma asegurada.
En el supuesto de que la procesión no pueda celebrarse por lluvia, ciclón, tromba, rayo, viento huracanado, gota fría, pedrisco, nieve o una inundación causada por alguno de estos fenómenos, la compañía abonará a la hermandad hasta el 100% del capital asegurado.
Ahora bien, hay que tener en cuenta que para que la compañía se haga cargo de las pérdidas es preciso que se superen unos valores mínimos tanto para la cantidad de lluvia caída como para la velocidad del viento. Cada compañía aplica sus propias condiciones aunque estos valores suelen situarse en el entorno de los 3 litros por metro cuadrado entre las cinco horas previas al inicio del desfile y una hora después de la hora prevista de salida y los 62 km/h.
En ningún caso, los seguros de contingencias cubren los posibles daños materiales causados a las imágenes o enseres procesionales o las responsabilidades derivadas de su propiedad, aunque, como veremos a continuación, hay productos destinados exclusivamente para estos siniestros.
Seguros de accidente para hermandades
Existen otros seguros que pueden resultar de interés para hermandades y cofradías. Es el caso de las pólizas de accidentes colectivos.
 La flexibilidad del mercado asegurador ha hecho que sea posible adaptar este tipo de seguros a las particularidades de las asociaciones que participan en la Semana Santa y ofrecer así garantías a banceros, nazarenos o músicos ante un accidente relacionado con la actividad de la hermandad.
Este tipo de pólizas cubren, por ejemplo, desde la lesión que pueda sufrir un bancero en la espalda durante el desfile hasta la atención médica de un nazareno que se tuerce un tobillo en las filas o que se corta con una tulipa rota. Las coberturas van desde el pago de la asistencia sanitaria hasta las indemnizaciones por incapacidad permanente o muerte.
En cuanto a los precios, la prima de un seguro colectivo para 30 banceros con asistencia sanitaria ilimitada y 15.000 euros de indemnización en caso de invalidez o fallecimiento rondaría los 125-150 euros. Esa misma cobertura para 150 nazarenos o músicos supondría el pago de una prima cercana a los 250 euros.
La responsabilidad civil, cubierta
Otro tipo de seguro que puede resultar de interés para las hermandades y cofradías es de el responsabilidad civil. Con él, pueden hacer frente a los daños que puedan causar, por ejemplo, a la hora del montaje de los pasos procesionales o durante el desarrollo del desfile procesional.
La responsabilidad civil por los desperfectos causados por un golpe a un vehículo estacionado, la de los daños provocados en una fachada o los sufridos por la caída de un farol u otro enser procesional sobre el público estarían cubiertos por esta póliza.
La prima para una responsabilidad civil de 300.000 euros puede situarse entre los 75 y los 100 euros.
El mercado de lo seguros es muy dinámico. El número de riesgos es prácticamente ilimitado y las compañías aseguradoras tratan de cubrir todas las necesidades. Los seguros adaptados para hermandades y cofradías de Semana Santa son una buena prueba de ello.
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